“Mendoza no puede seguir siendo una provincia que sólo viva de la vitivinicultura”

Marzo del 2018 será recordado, dentro del gobierno de Alfredo Cornejo, como uno de los meses más intensos de su gestión. Es que ahora se realizará un evento que, además de no celebrarse hace 22 años en la Argentina, tendrá las miradas del mundo –sobre todo del mundo de los negocios y las finanzas– puestas en Mendoza.
Se trata de la Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ha elegido a la provincia como sede, luego de celebrar su reunión en Paraguay durante el 2017. En su calidad de principal anfitrión de la cumbre, Alfredo Cornejo dialogó con Diario UNO, y contó cómo se está preparando y de la intención de posicionar la marca “Mendoza” ante los ojos de los empresarios y entes bancarios mundiales.
–¿Cómo está preparada su gestión de cara al 22 de marzo, cuando comience la Asamblea del BID?
–Es una oportunidad de mostrar la marca, de mostrarnos al mundo. Siempre hay que estar muy atentos; vamos a tomar un ritmo, como aparato estatal y como administración, para las grandes ligas. Esfuerzo de organización fuerte. Es un riesgo muy alto el que se toma, pero hoy es imposible avanzar si no nos instalamos en el mundo.
–¿Cómo se va a mostrar a Mendoza ante los empresarios del mundo?
–La nuestra es una cultura de emprendedores que se ha forjado para luchar contra la aridez y entonces hay que optimizar todos los recursos. Una cultura del esfuerzo. El segundo aspecto es una alta institucionalidad que hemos logrado recuperar, donde hay seguridad jurídica para desarrollar los proyectos, negocios, inversiones. El tercer aspecto es un recurso humano dotado, gracias a las universidades locales. Me parece que alrededor de esos tres pilares tenemos que ir pivotando y poniendo en valor a Mendoza. Nosotros estamos lejos de los grandes centros del desarrollo mundial (Estados Unidos, Europa, el mundo asiático), por tanto tenemos que hacer un doble esfuerzo para traerlos aquí, y por esto debemos aprovechar al máximo estas oportunidades.
–¿Considera que tiene un plan estratégico con una mirada a futuro más allá de los efectos electorales cortoplacistas?
–Los gobiernos tienen una mirada de corto plazo porque el ciudadano también está escéptico y tiene una mirada de corto plazo. Cuando confía en un gobernante confía más por lo que hace que por lo que dijo que va a hacer. Eso le da chapa, le da legitimidad. La mirada estratégica no tiene un resultado inmediato en materia de apoyo electoral, político. En esto se diferencian los estadistas de los dirigentes que quieren mostrar resultados aquí y ahora.
–¿En qué consiste?
–En un plan de obras sistemático como nunca se había visto en Mendoza en los últimos diez años. Estamos llenos de obras en el Gran Mendoza en particular, pero también en los departamentos, en los que se ve la obra pública reactivada. Paralelamente allí tenemos la obligación de tener una mirada estratégica de reforzar la marca Mendoza. Darle seguridad jurídica a la inversión petrolera no convencional. Esa es la mirada estratégica, volver a ser una provincia que produce energía, como era en los ’70, donde se producía energía e incluso se exportaba. Habíamos perdido esto y ahora lo hemos reactivado con ambiciosos proyectos de energía solar, eólica, y tratando de reactivar el polo petrolero y gasífero en el Sur. A esto debemos sumar Portezuelo del Viento.
–¿Se va a concretar finalmente ese proyecto?
–Con Portezuelo del Viento hemos pasado las de Caín, todos los filtros: aprobación de COIRCO, la aprobación de la provincia de Buenos Aires, de Neuquén, de Río Negro y, por supuesto, de Mendoza. Con la desaprobación de La Pampa, lamentablemente. Ellos recurrieron a la Justicia después de que el laudo del Presidente saliera favorable a Mendoza. La Corte Suprema de Justicia rechazó el pedido. Con lo cual estamos en condiciones de licitarlo si se terminan de hacer las audiencias públicas provincial y nacional. La primera se hará a fines de marzo y la segunda el 9 de abril. Ahí ya estaremos en condiciones de licitar Portezuelo del Viento. Esta es una mirada estratégica, porque estos réditos no se los va a llevar mi gobierno. Mendoza no puede seguir siendo una provincia que sólo viva de la vitivinicultura. Debemos agregarle muchas más cosas.
–Esto de no poder ver los efectos de las políticas de crecimiento, ¿lo frustra? Le hubiera gustado reformar la Constitución para tener posibilidad de reelección?
–Me frustra un poco, pero creo que vamos a lograr eso. Yo me propongo hacer cambios constitucionales puntuales. Y una reforma un poquito más general. Pero se ha cargado sobre la reforma de la Constitución que los problemas que tiene Mendoza son producto de una Constitución vieja que no deja reelegirse al gobernador. La verdad es que no es así. Yo creo que Mendoza tiene un deterioro social, mucha pobreza, hemos sufrido inseguridad y la seguimos sufriendo. Todo eso fue producto de mala gestión y de condiciones macroeconómicas desfavorables. Con lo cual, reformar la Constitución es un objetivo institucional. Lo tengo como algo pendiente.
–¿En ese deterioro social entran la educación en general y también, en particular, la educación sexual?
–La educación es uno de los temas del Estado al cual se le ha puesto mucho dinero en los últimos años, pero no se la ha venido gestionando ni mucho ni bien. Y hay un montón de gente muy valiosa. Las escuelas andan bien porque las directoras tiene muchas pilas. Y un gran liderazgo. El SUTE insiste en poner al Gobierno en contra de los docentes, y nosotros estamos cada vez más orgullosos de la tarea de los docentes. Este es un país de escasísima institucionalidad, en el cual son más importantes los hombres y las mujeres que están al frente que las instituciones en sí. Ojalá podamos llegar a que las instituciones sean más fuertes que los hombres y las mujeres que las ocupan. Esto requiere un gran poder de gestión del Estado con respecto al recurso humano, administración del tiempo, planes de estudio. Siempre atentos a lo que viene, no quedarse en lo que fue.
–¿Cree que hay una deuda en cuanto a educación sexual? ¿Qué opina de la despenalización del aborto?
–No quiero sentar una postura porque yo tengo trascendencia nacional como presidente del radicalismo. Hay variadas opiniones, bien fundadas, y son respetables. Lo tomo como un problema de salud pública.