Detuvieron al novio de la joven jujeña asesinada

Detuvieron al novio de la joven jujeña asesinada

La muerte de la joven jujeña estudiante de medicina en la provincia de Tucumán quedó caratulada como «homicidio» y según se pudo saber, su novio está muy comprometido en la causa y al cierre de esta edición se tomó conocimiento de que la Justicia tucumana libró la orden de detención en contra de su novio.

A Ana Gabriela Ríos (26) le quedaban apenas tres materias para recibirse de la carrera de Medicina Veterinaria de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán, trabajaba en una restaurant para costearse los estudios y era activista voluntaria de varias protectoras de animales.

Según la investigación que quedó a cargo de la fiscal María del Carmen Reuter de la Décima Nominación de la capital tucumana, Ana Ríos fue arrojada del cuarto piso del edificio de la calle San Juan al 800, donde alquilaba su novio, Facundo Guerrero, también jujeño.

En la jornada de ayer, el padre y el hermano de Ana Ríos llegaron a Tucumán para presentarse como querellantes en la causa, representados legalemente por Juan Mussi.

«Estamos en plena etapa de aportes de elementos probatorios. Solicitamos al hospital donde Ana fue asistida el informe de la historia clínica, también solicitamos las pericias de su teléfono celular, para que el hecho se esclarezca de una vez», dijo Mussi.

Al cierre de esta edición, fuentes oficiales confirmaron la detención de Facundo Guerrero, implicado en la muerte de la joven.

«Lo que sabemos es que al novio de Ana, Facundo Guerrero, se le prohibió salir de la provincia, pero todavía no está imputado, pero es solo por la demora en la recepción de pruebas», había dicho el abogado.

«Vamos a presentar declaraciones testimoniales de los amigos que tienen en común Ana Ríos y su novio, porque todos presenciaron alguna situación de violencia que el joven ejercía sobre Ana. Tenemos entendido que el novio de Ana le pegaba cada vez que se machaba», continuó.

«No nos cabe ninguna duda de que estamos hablando de un hecho de femicidio, que partió de una conducta violenta de Guerrero sobre Ana y que lo que declaró el joven sobre un supuesto suicidio, ha quedado descartado por la Justicia tucumana».

«Ana había planeado ir a Jujuy el fin de semana a visitar a sus familiares, ahorró dinero para pasar la Pascuas con sus padres, está más que claro que no tenía ninguna intención de quitarse la vida».

Una coartada que se cayó

La noche del jueves Ríos y Guerrero estuvieron juntos en el departamento de él hasta casi la medianoche. Guerrero había organizado una reunión con amigos, pero Ana entraba a trabajar de noche en el restaurant.

Regresó al departamento de Guerrero alrededor de las 6.30 y en ese horario iniciaron una acalorada discusión, que terminó con la caída de la joven desde el cuarto piso.

«Estaba muy angustiada porque perdió el trabajo y se arrojó del balcón», le había dicho a la Policía el novio de Ana, quien en un primer momento fue demorado unas cinco horas y luego recuperó la libertad.

Ana Ríos murió luego de agonizar tres días a causa de las múltiples heridas que tenía luego de la caída de más de 12 metros.

Su muerte dejó conmocionada a dos ciudades y a cientos de personas que aún no salen del asombro tras enterarse de su muerte.

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